EDITORIAL / Una profecía
El revolucionario cubano Fidel Castro –jefe de Estado de su país durante décadas– dijo en 1973, a preguntas de un periodista, que EEUU y Cuba hablarían entre sí "cuando un negro gobierne USA y sea Papa un latinoamericano", lo que en aquel contexto era un imposible: la suma de dos improbables. Pero ahora se dan ambas circunstancias y los dos Estados han recuperado su relación diplomática, de donde hay quien quiere creer que aquella frase fue una profecía.
Por aciertos menores que éste se acreditaron como profetas muchos personajes de la Historia de la Humanidad. Pero ahora la cosa ha cambiado mucho y dar condición mística a una coincidencia es más propia de los fanáticos que de otra cosa. De modo que ver como un iluminado a Fidel es algo que hace muy poca gente.
Más bien, conviene concluir que el mundo ha cambiado más de lo que se podía esperar. Y que están sucediendo ahora cosas que eran inimaginables hace algunos años... Así en la Tierra como en esta tierra, donde hoy tomará posesión de su cargo en minoría un presidente aupado por la Federacion Socialista Asturiana. ¡Cómo cambian las cosas!
Por aciertos menores que éste se acreditaron como profetas muchos personajes de la Historia de la Humanidad. Pero ahora la cosa ha cambiado mucho y dar condición mística a una coincidencia es más propia de los fanáticos que de otra cosa. De modo que ver como un iluminado a Fidel es algo que hace muy poca gente.
Más bien, conviene concluir que el mundo ha cambiado más de lo que se podía esperar. Y que están sucediendo ahora cosas que eran inimaginables hace algunos años... Así en la Tierra como en esta tierra, donde hoy tomará posesión de su cargo en minoría un presidente aupado por la Federacion Socialista Asturiana. ¡Cómo cambian las cosas!
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