EDITORIAL / Queremos

Especula media sociedad española sobre la posibilidad de que el aspirante oficial Pedro Sánchez pueda llegar a un acuerdo con Podemos para llevar a su lado a las huestes de Pablo Iglesias y el tema ha dado lugar a una pregunta que se hace la otra mitad: ¿Hungirá Pablo a Pedro?, se dicen pensando en San Pedro y San Pablo. Pero las dudas son más teóricas que reales, porque ni nuestro Pedro ni nuestro Pablo son santos ni hay religión en la actualidad del sudoku postelectoral español.

Al contrario, la política de España no es cuestión de creencias, sino de tácticas; y a ese respecto hay poca gente aquí que sepa más que Podemos... no en vano, sus líderes son profesores de Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid. Aunque no ganan siempre, como contaba ayer un diario asturiano respecto a la constitución del actual equipo de gobierno gijonés.

El podemista Juan Carlos Monedero advirtió a Xixón Sí Puede del coste que tendría dejar en la alcaldía a la casquista Carmen Moriyón; pero las huestes de Mario Fueyo y la CSI no le contestaron, porque la Corriente Sindical de Izquierda no quería votar al candidato del PSOE bajo ningún concepto, como siempre relató este medio.

Y resulta que ahora los podemistas creen tener el Gobierno de España al alcance de la mano... así como algunos puestos ministeriales para sus profesores. Pero las cosas que se hacen tienen coste, así que el de la coleta deberá desagraviar a Javier Fernández y a José María Pérez antes de intentar acercarse a Pedro Sánchez, porque –si no– éste volverá la vista hacia el ciudadano Albert Rivera.

Así es como se llega a hoy, cuando el guapo socialista debe elegir entre el alternativo y el catalán, una vez que el popular feo ha renunciado a continuar jugando la partida post-20D. O, dicho de otro modo, que los morados deben hacer cosas antes de intentar lo que quieren.

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