EDITORIAL / Felicitaciones y adioses

La extraordinaria actriz catalana Nuria Espert consiguió ayer el Premio Princesa de Asturias de las Artes y cualquier aficionado a la dramaturgia sólo puede felicitarse, porque esta mujer es tan grande como su ejecutoria (y apetece fantasear con estas frases leídas con su voz profunda, tranquila y grave).

Nuria Espert es al teatro español lo que Lawrence Olivier al cine inglés: su referente clásico y su culmen para las generaciones actuales... y, encima, es catalana, lo que molestará aquí y allí; porque esta dama del teatro recibe su premio como actriz nacional.

El galardón a esta gran mujer llega el mismo día en que una paisana suya –idiota, como se verá– ha propuesto educar a los menores "en la tribu", en lugar de 'en la familia' (como se hace), para que los niños no crezcan con apriorismos. 'Astures' no quiere reconocerlo, pero piensa que hay dirigentes políticos que tienen demasiado tiempo libre...

... Como el que les va a quedar a los gijoneses de Podemos, Izquierda Unida, Equo y PSOE en su intento de negociar una moción de censura contra la alcaldesa forista Carmen Moriyón. Porque, aunque muchos tengan prisa, nada fructificará antes de las elecciones de junio. Así que habrá que armarse de paciencia.

Entretanto, toda Asturias debe despedir como se merece a Ignacio Ruiz de la Peña, que acaba de morir. Fue catedrático en Oviedo, pero pasó su vida reivindicando la región astur...

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