EDITORIAL / Pedimos

El líder nacional de Podemos quiere que el PSOE sea su aliado tras las próximas elecciones, pero no ha movido un dedo para impedirlas en los últimos cuatro meses... al contrario, ha permitido que la derecha ultramontana siga gobernando Gijón; pone palos en las ruedas en Oviedo y actúa como oposición exasperante en Asturias. Así es que parece que lo que pide es "la rendición de las otras izquierdas", como –más o menos– decía hace poco Gaspar Llamazares.

Hoy es el día a partir del cual no hay vuelta atrás para la celebración de nuevos comicios, lo que quisieron siempre Pablo Iglesias y Mariano Rajoy: porque esperan ambos mejorar sus resultados respecto a diciembre... los dos sobre la base de supuestos errores del ciudadano Albert Rivera, cuyo pacto con los socialistas situó a estos más a la derecha y dejó más solos a los populares.

Todo indica que Equo, IU y Podemos irán a la convocatoria de junio con las denominadas 'confluencias' (mareas en Galicia, compromisos en Valencia, etcétera) y eso hará difícil de sostener lo que pasa en esta tierra, donde Izquierda Unida es útil muletilla para el PSOE en muchos sitios.

Aunque, en realidad, también los socialistas son muleta para IU, sobretodo desde que el rico José Ángel Fernández Villa y el aburrido Javier Fernández han dejado sin crédito a la FSA, que se empeña en llamar "corrupto" a Álvarez Areces, pero sigue viviendo de sus proyectos.

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