Un histórico de la Transición

Por Ana María de Luis Otero

Fernando Álvarez Miranda presidió en Congreso de los Diputados de España durante la legislatura de 1977-79, participó también en la fundación del Partido Popular Demócrata cristiano en 1976, y un año después participó en la formación de la Unión de Centro Democrático (UCD) de Adolfo Suárez. Fue uno de los firmantes de la Constitución de 1978 y un político indiscutible de aquella época.

El histórico dirigente ha fallecido a los 92 años en Madrid. Nació en Santander en 1924 y fue uno de los pilares de la transición española. Cursó derecho en Madrid y Zaragoza y derecho comunitario en Luxemburgo.

En 1952 se incorporó al Ilustre Colegio de Abogados de Madrid al que ha pertenecido durante más de 50 años. Asistió al congreso del movimiento europeo en 1963 y fue deportado por el régimen franquista a la isla de Fuerteventura. En 1961 explicó ante la Comisión de Naciones del Consejo de Europa la situación política española en la etapa franquista.

Designado por, don Juan de Borbón, conde de Barcelona, miembro de su Consejo Privado, ocupó la presidencia del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo entre 1978 y 1986 así como una de las vicepresidencias del Comité Ejecutivo internacional en 1982.

Entre muchas otras cosas, se le recuerda por la frase que pronunciara en el congreso de los Diputados: "¿España, señores Diputados, vuelve a recobrar su pulso democrático y por ello nos estamos dedicando a la construcción de una convivencia pacífica y estable en el marco de un Estado de Derecho?" (Sesión de 19 de octubre de 1977).

Fernández Miranda fue siempre un hombre comprometido con los derechos humanos. Formó parte de Amnistía Internacional durante los años 80-81 y presidió la delegación española de la Unión Interparlamentaria. Desde 1986 hasta el 89 desempeñó la función de Embajador plenipotenciario en la República de El Salvador.

En 1988 fue designado consejero electivo del Consejo de Estado y en 1992, titular del Comité de Expertos de la Unión Europea para el programa de derechos humanos de centroamérica. De 1994 al 99 fue defensor del pueblo. Senador Honorario de Europa, fue investido doctor honoris causa por las universidades Miguel Hernández de Elche e IE Segovia, así como en Alcalá de Henares y la Rey Juan Carlos de Madrid.

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