EDITORIAL / Nada es lo que era
La tecnológica estadounidense Apple acaba de presentar su teléfono iPhone7 y su pulsera SmartWatch2, ninguno de los cuales tienen novedades sorprendentes... de donde se deduce que la compañía de la manzana ha perdido su quintaesencia: epatar a todo el mundo.
Apple sorprendió hace décadas cuando anunció sus ordenadores "para todo el mundo" (los Macintosh, frente a los productos de IBM para ingenieros); fascinó en su día cuando presentó sus teléfonos para todo el mundo (los iPhone, que transformaron un mercado entonces emergente); y sorprendió hace poco cuando descubrió su tableta para todo el mundo (el iPad, que creó un dispositivo que ahora es vital)...
Pero de entonces a aquí murió su visionario líder Steve Jobs, al que sustituyó el previsible Tim Cook; y la empresa de Cupertino se ha convertido en una caricatura de sí misma. Ahora, vende sus grandes producciones de siempre y presenta novedades como antaño, aunque no es ella ni su sombra.
Lo que no impedirá que su legión de fieles siga comprando sus cosas... Como este medio, sin ir más lejos.
Apple sorprendió hace décadas cuando anunció sus ordenadores "para todo el mundo" (los Macintosh, frente a los productos de IBM para ingenieros); fascinó en su día cuando presentó sus teléfonos para todo el mundo (los iPhone, que transformaron un mercado entonces emergente); y sorprendió hace poco cuando descubrió su tableta para todo el mundo (el iPad, que creó un dispositivo que ahora es vital)...
Pero de entonces a aquí murió su visionario líder Steve Jobs, al que sustituyó el previsible Tim Cook; y la empresa de Cupertino se ha convertido en una caricatura de sí misma. Ahora, vende sus grandes producciones de siempre y presenta novedades como antaño, aunque no es ella ni su sombra.
Lo que no impedirá que su legión de fieles siga comprando sus cosas... Como este medio, sin ir más lejos.
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